El Caso de Jarrold L. Potter y Carrie Potter
En el aeropuerto de Kankakee, en Illinois, en 1968 la compañia de aviación de Pardue estaba preparando para despejar solo faltaban dos pasajeros que aparecieron en el ultimo momento , llamados Jarrold L. Potter y su mujer Carrie , se les veía muy pálidos con ojeras. Sera por que se los vio correr desde muy lejos para no perder el vuelo, las azafatas con justo les mostraron sus asientos tranquilizándoles diciéndoles que todo estaría bien.
Despues que despejara el avion , en un momento dado, Jarrold se levantado para ir al baño y su mujer lo sigo para ver que no se maree .El tiempo fue pasando y ninguno de los dos volvió a los asientos o se supo de ellos, pensaron que tal vez abrieron una puerta equivocada de salida , pero esto no puedo ser ya que en ninguno momento la descompenso el aire comprimido.
6 años despues de la extraña desaparición en un vuelo con destino a Lufthansa. Elenor Thomas , se sentó al lado de dos personas muy amables , una mujer y hombre, empezaron a charlar tranquilamente,eran simpáticos con ropa distinguida , despues de un tiempo hablando los dos se levantaron al lavado y nunca mas se los volvio aver.
Al llegar a su destino las autoridades alertaron dos pasajeros habian desaparecidos , al revisar el registro vieron que sus nombres eran Jarrold L. Potter, y Carrie.
El echo se volvió a repetir en 1988 en una aerolínea de nueva york con los mismo sucesos , subieron al avión , charlaron con la tripulación y después desaparecieron.
El caso de Oliver Tomas
En el pais de Galez , en la granja de Over tomas , se había reunido la familia para celebrar la noche buena, despues de un rato la señora tomas encargo a su hijo oliver que buscara un poco de agua en el poso que estaba a pocos metros de la casa, despues de 2 minutos se escucharon gritos de ayuda provenientes de tomas , la familia salio con armas pensando que lo estaba atacando alguna especie de animal salvaje , pero al salir solo vieron los pasos de tomas en la nieve desaparecieron a pocos centímetros de llegar a al poso sin ninguna señal de un ataque de algun animal, solamente sus pisadas desaparecieron, al poco tiempo despues empezaron a escuchar los gritos de ayuda que venían desde arriba que decían, ayuda me esta llevando, sus familiares, desesperados empezaron a disparar al cielo pero no se veía nada por la neblina que había. Lo peor de todo es que escucharon sus gritos de auxilio por un largo tiempo sin poder hacer nada para ayudarlo, solo escuchando.
El misterio de las Islas Flannan
El 26 de diciembre de 1900, un barco de suministros que hacía su ronda habitual llamado Hesperus, se retrasó unos días por el mal tiempo. Cada dos semanas llegaba a la isla con provisiones y otro equipo de guardafaros para reemplazar al turno anterior. Cuando emprendió de nuevo su viaje para suministrar los víveres a las islas, llegó primero al faro de la pequeña isla de Eilean Mor y allí atracó.
Cuando Moore vio que la bandera del faro no estaba izada fue sin duda el primero en preocuparse, sabía que algo no funcionaba bien. Unos días atrás habían sufrido una terrible tormenta y desde entonces no se veía la luz del faro de la misma forma. La niebla era muy densa, creando un ambiente muy inquietante. Moore temía que le hubiera ocurrido algo a sus tres compañeros.
Conforme iba acercándose el Hesperus a la isla, iba lanzando señales destinadas a que fueran contestadas por los fareros, pero no obtenían ninguna respuesta, ahora más que nunca tenían claro que había pasado algo.
Llegaron a tierra, bajo el mando del Capitán Helman, bajaron algunos hombres y Moore. Se acercaron hasta la puerta del faro y Moore tocó, pero nadie le contestó. No se escuchaba nadie, el silencio en la isla era ensordecedor. Finalmente tuvieron que derribar la puerta para poder entrar al interior, porque estaba cerrada con llave.
No había ningún rastro ni pista de que hubiera ocurrido nada, todo estaba en orden, pero los tres encargados del faro no se encontraban. Había un reloj que se había detenido a las 9:30 y una silla tirada hacia atrás, como si la persona que había estado sentada en ella se hubiera levantado precipitadamente.
Encontraron el diario del encargado principal del faro, Ducat, y vieron que había escrito por última vez el día 15 de diciembre a las 9:00 horas. Entonces, ¿Que había ocurrido con los tres fareros?
Unos días antes el 7 de Diciembre de ese año, llegó un nuevo turno de guardafaros encabezado por guardafaro jefe James Ducat, formaba también parte del grupo Donald Macarthur que había ocupado el puesto del primer asistente habitual, William Ross, que había caído enfermo. Macarthur trabajaba como guardafaro sólo ocasionalmente cuando alguno de los regulares no podía acudir. El asistente segundo era Thomas Marshall.
El Hesperius volvió a partir con la incógnita de no saber lo que había pasado. Moore se quedó en su puesto de trabajo a cuidados del faro y recorriendo el lugar investigando tanto el interior como el exterior y resto de la isla, incluyendo la casa y la capilla, muy lejos del faro y en ruinas y abandonadas.
La Armada Real Británica se presentó en la isla unos días después para realizar una investigación.
Descubrieron que los equipos de emergencias para días de tormenta no estaban, sólo quedaba el de uno de los fareros, Mc Arthur.
La enorme y pesada grúa que estaba instalada en el embarcadero había sufrido movimientos bruscos, muy violentos, seguramente a consecuencia de la fuerte tormenta de días atrás.
Las primeras teorías apuntaron a que alguno de los hombres pudo ser arrastrado por una ola de gran magnitud que golpeó la costa, seguramente Mc Arthur y que los demás fareros, Ducat y Marshal, se ahogarían al intentar salvarlo. Pero seguían sin entender que hubiera ocurrido algo tan trágico, cuando el muelle disponía de salvavidas y sogas a las que agarrarse.
Nunca encontraron nada que pudiera explicar la desaparición de los fareros, tampoco se encontraron los cuerpos.
La teoría que explicaron a las familias era que seguramente el guardafaro que se había quedado en el faro, al ver las olas gigantes aproximandose a la isla, habría salido corriendo para avisar a sus compañeros que seguramente estarían realizando tareas de mantenimiento fuera del faro. Esta urgencia justificaría que la silla estuviera caída y que saliera sin impermeable (que fue el único que estaba en el faro) pero de ninguna manera explica que la puerta estuviera cerrada con llave, ya que de haber pasado eso, habría salido corriendo y nadie se cree que se parara a cerrarla.
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